[David Parcerisa] El fenómeno ABDUCCIÓN (II)

Continuamos exponiendo el interesante artículo sobre el fenómeno de las abducciones por parte del investigador David Parcerisa, autor del libro

…Hopkins descubrió que también los hijos de los abducidos eran objeto de estudio por parte de los raptores, lo cual implicaba que las abducciones se transmitían o perpetuaban de padres a hijos, como si estas personas fueran portadoras de alguna particularidad genética por la que sin duda estos seres estaban muy interesados en seguir estudiando.

El caso de Kathie Davis presentaba evidencias físicas notables. Una de las más interesantes apareció en un prado próximo a su casa, justo en el punto donde aterrizó una nave en 1983. Había una figura circular en el terreno, donde no crecía hierba, además, en invierno, tras una nevada, la nieve se fundía precisamente en ese parámetro circular. 
Bud Hopkins resume así el enigma; «El terreno estaba completamente transformado. Tras un par de días resultó evidente que la hierba había muerto y que la tierra había adquirido una consistencia rocosa, algo que no se ha conseguido reproducir en laboratorio. No sabemos que tipo de energía de irradiación se utilizó, pero está claro que los Alienígenas intervienen sobre la estructura del terreno. A este respecto, una vecina vió a través de los árboles, en el último momento del secuestro, algo así como un relámpago de luz gigantesco, exactamente en ese punto. Los objetos empezaron a moverse hacia su casa con un ruido tal que interfería con los electrodomésticos. Asustada pensó en un terremoto.


Las luces empezaron a relampaguear para luego apagarse definitivamente y…lo más interesante…la pantalla de su televisor se tornó completamente roja.» INTRUDERS marcó el inicio del conocimiento multitudinario de algunas de las intenciones de estos visitantes. Las investigaciones de Hopkins han sido decisivas, tanto 

para la Ufología como para el conjunto de la población. A él le debemos el que mucha gente haya abierto los ojos ante esta inquietante realidad. Para Hopkins, lo más importante del fenómeno Abducción; «…es que se dan unas pautas muy determinadas, no se trata solo de un conjunto de experiencias absurdas contradictorias entre sí. Estas pautas comienzan así; las personas son abducidas por primera vez en su niñez. 
Después son abducidos una y otra vez, durante muchos, muchos años. Toman muestras de piel, hay muchos tipos de heridas como resultado de esas biopsias. A menudo introducen un objeto por una fosa nasal o por detrás del globo ocular o por la oreja, creemos que son injertos.» Pero la conclusión a que Hopkins ha llegado es aterradora. Según él existe un programa preestablecido de manipulación genética con unos fines que deberían de hacer reflexionar seriamente a la humanidad entera sobre nuestro propio futuro como especie. Para Hopkins, detrás de las Abducciones se encuentra quizás el acontecimiento más importante de la historia… Así lo resume; «Parecen estar ansiosos por nuestro material genético, nuestro ADN, nuestra singular composición genética, como si hubieran llegado a un punto sin retorno en su desarrollo evolutivo y necesitaran regenerarse a través de «algo» que pueden obtener de nosotros. Serían especies más primitivas y quizás más fuertes.»
Injertos metálicos extraidos de un testigo de abducción

«Una mujer embarazada de 7 meses se despertó después de que la habitación fuera invadida por una luz azul. El feto había desaparecido y tampoco había signo alguno de aborto. Un feto de siete meses no desaparece así como así. Los casos se cuentan hoy por docenas. Pero esto confirma lo que yo considero el punto central de todo el asunto; es el intento de crear híbridos, de crear una nueva raza o especie…»

No sabemos porque, pero la mayor parte de raptores obedecen al tipo «enano macrocéfalo»; seres de casi un metro o 1,30 m., cabeza enorme y voluminosa, calva, piel grisácea, con una hendidura por boca, y unos ojos muy grandes, negros y rasgados hacia los laterales, donde no tienen orejas. Su cuerpo es raquítico, brazos largos, delgados, y dedos también largos, finos y quebradizos. Su aspecto general es enfermizo, débil, y solo expresan frialdad, indiferencia, con una ausencia total de sentimientos o emociones. Actúan como autómatas, movidos por un frío instinto científico, siempre centrado en el sistema reproductor y genético del ser humano.

Supuesta foto de uno de estos seres tomada en 1954.

Por su aspecto, algunos teorizan si estos seres padecen alguna enfermedad degenerativa, como la progerie. Otros relacionan a estas criaturas, por sus ojos, piel y forma, con los insectos, como si fueran una versión más evolucionada de la familia de los insectos, aunque otros expertos los asocian a los reptiles. Casi un 85% de los encuentros con extraterrestres, y en especial los casos de abducción coinciden con la descripción de estos enanos cabezudos.

En 1991, Budd Hopkins y otro investigador OVNI, David Jacobs, aceptan una invitación de un tal Robert Bigelow para realizar una encuesta pública con objeto de averiguar una cifra aproximada de abducciones en USA. El cuestionario se compone de preguntas que hacen referencia a los conocidos síntomas de una abducción; Tiempo perdido, cicatrices en la piel, etc… Y entre el test, se introdujo una pregunta trampa, una absurdez para comprobar la sugestión de la gente; ¿Tiene algún significado especial para usted la palabra «Trondant»?

El proyecto es encargado a la organización Roper, quién encuesta a un total de 5.947 personas. La encuesta arrojó el siguiente resultado;

– Un 18% despertaban por la noche en estado cataléptico frente a una presencia en el

dormitorio.

– Un 15 % habían presenciado a una criatura terrorífica.

– Un 14 % habían experimentado un «viaje astral» o salida extracorpórea (fuera del

cuerpo).

– Un 13 % tenía tiempo perdido. (Missing Time)

– Un 11 % había visto algo parecido a un ser espectral o espíritu.

– Un 10 % había sentido la sensación de levitar en el aire.

– Un 8 % había presenciado luces desconocidas en su propio dormitorio.

– Un 8% poseía cicatrices y marcas en su cuerpo.

– Un 7 % había sido testigo de un OVNI.

– Un 5 % había tenido sueños relacionados con OVNIs.

– Un 1 % aseguró que la palabra «Trondant» sí tenía un especial significado para ellos.

Si los datos de la encuesta no fallaban, Hopkins y sus amigos se hallaban ante muchos millones de ciudadanos secuestrados. Por prudencia, eliminaron las preguntas más vitales de la encuesta y solo dejaron 4. Y aún así, el resultado era igualmente desgarrador. Un 2 % de la población tenía posibilidades de haber sido secuestrado, es decir, 5 millones de Norteamericanos.

Uno de los casos que más conmocionaron a la opinión pública por el drama que sufrieron sus protagonistas tuvo lugar el 11 de Octubre de 1973 en Pascagoula (Mississippi). El caso se sumaba a una intensa oleada de casos de «encuentros cercanos del tercer tipo» que asoló los Estados Unidos. Y 1973 fue llamado «el año de los humanoides». El episodio de abducción vivido por dos trabajadores de los astilleros locales, Charles Hickson de 42 años, y Calvin Parker de 19 años, ambos examinados por unos seres con aspecto de momia, acabó de concienciar a la población de que algo realmente extraño estaba sucediendo ese año con tantas visitas de criaturas desconocidas.

Uno de los bizarros seres del incidente Pascagoula de 1973

Así describió el suceso la agencia de prensa United Press International (UPI) en todos los Periódicos del País y demás prensa internacional;

«Dos trabajadores de unos astilleros que aseguraban haber sido llevados a bordo

de un OVNI y examinados por seres de piel plateada y ojos muy grandes, con orejas

puntiagudas, fueron llevados el viernes al hospital militar para ver si presentaban señales

de radiación. El personal del hospital afirmó que ni Charles Hickson de 42 años ni Calvin

Parker de 19 años, harían más declaraciones públicas, hasta que no hubiesen hablado

con las autoridades federales. Ambos trabajan en los astilleros walker, donde Hickson es

capataz.

Ninguno de los dos hombres sufría lesiones aparentes, pero como medida de precaución

fueron ambos llevados a la cercana base aérea militar de Keesler, en cuyo hospital fueron

ingresados para ver si presentaban señales de radiación.

El Sheriff del condado de Jackson, Barney Mathis, explicó que los dos hombres le dijeron

que estaban pescando en un muelle, en la orilla derecha del río Pascagoula, hacia las 7 de

la tarde del jueves, cuando a unas dos millas de distancia observaron una extraño aparato,

que emitía un resplandor azulado. Dijeron que el objeto se acercó a ellos y después se

inmovilizó a cosa de un metro sobre el agua. Entonces; «Tres cosas extrañas salieron de

él, no sabemos si flotando o caminando, y se apoderaron de nosotros para llevarnos al

interior de la nave.», explicó Hickson.

«Aquellos seres tenían unos ojos muy grandes. Nos retuvieron unos 20 minutos; nos

fotografiaron y después nos devolvieron al muelle. El único ruido que hacían era una

especie de zumbido. Se fueron como un rayo.»

Charles Hickson y Calvin Parker

El despacho del Sheriff anunció haber recibido otras llamadas durante la noche, de personas que vivían en la zona y que aseguraban haber visto una extraña «luz azul» en el cielo. También se ha informado de numerosas observaciones de OVNIs en otras partes del estado durante los últimos quince días. El Capitán Glen Ryder, del Departamento del Sheriff, que interrogó a los dos hombres el jueves por la noche, dijo que primero pensó que «le tomaban el pelo». «Hicimos cuanto pudimos para que se contradijesen -Manifestó Ryder-, pero ambos relatos coincidían. Si eran unos embusteros, tendrían que mandarles a Hollywood.»

Mathis dijo que Hickson parecía ser «un hombre razonable» y no solía beber demasiado, según manifestaron su esposa y sus empresarios. Según afirmaron las autoridades, ninguno de los dos hombres había bebido cuando tuvo lugar el incidente, pero reconocieron que después «Sí que fuímos a tomar un par de copas, para rehacernos de la impresión». Las autoridades agregaron que Parker se desmayó cuando los tres seres salieron del aparato. Dijo que no recuperó el conocimiento hasta que lo dejaron nuevamente en el muelle. «

«Los agentes de la ley tomaron declaración a los dos hombres y luego los dejaron solos en una habitación donde previamente habían ocultado un magnetófono, a fin de comprobar si era verdad lo que manifestaban. Mathis dijo que no había nada en la cinta que indicase un fraude.

Hickson calculaba que habían estado unos 15 o 20 minutos dentro de la nave no identificada.

Dijo a los agentes que lo tendieron sobre una especie de mesa, donde fue examinado de pies a cabeza con lo que describió como un «ojo electrónico».

Recreación del incidente
Charles HIckson exponiendo el incidente con un dibujo hecho a mano.

Tres horas después de esa terrible experiencia, los hombres fueron interrogados en la oficina del Sheriff por el Capitán Glen Ryder. Las declaraciones fueron grabadas y según parece es el primer caso en la historia en que se pudo registrar el relato prácticamente «fresco», casi inmediatamente después de haber sucedido el secuestro. Eso tiene mucho valor, pues el impacto emocional, los recuerdos y las impresiones estaban frescas, puras…

Quién prácticamente relató los hechos fue Charles Hickson, pues el joven Calvin Parker salió muy malparado de la abducción, y nada más ver salir a esos seres perdió el conocimiento, por lo tanto, no se enteró de nada mientras estaba a bordo del OVNI, posteriormente quedó muy traumatizado por todo y tuvo que recibir tratamiento Psiquiátrico.

Este es un extracto de algunas de las declaraciones más interesantes de ese interrogatorio registrado;

Charles Hickson; «…aunque fuese el hazmerreír del país, yo les diré lo que he visto, y la

experiencia que he tenido… Aunque se rían tanto de mí, que tenga que marcharme del

condado de Jackson, yo haré lo que sé que tengo que hacer. Aunque no espero que nadie lo

crea. Es tan increíble…»

«Nos pusimos a pescar, no sé como…pero creo que ambos vimos aquello a la vez. Era

una luz azul, que dio algunas vueltas… Estaba bastante cerca y una luz azul…resulta

sorprendente mirar al cielo y ver una luz azul. Es algo que llama la atención. Luego, al

cabo de un ratito, descendió exactamente encima del muelle. Se quedó a unos 2 o 3 pies de

altura sobre el suelo.

Hacia un pequeño zumbido, nnnnnnn, nnnnnnn, algo así. No le ví ningún escape trasero

ni nada parecido. Me parecía estar soñando. Y entonces me puse a golpear el río. Y Calvin

también…él se puso histérico.»

«Aquello no tocó el suelo. Flotaba. Hasta que de pronto, en el extremo de la cosa aquella,

apareció una abertura y tres de aquellos seres salieron flotando del objeto. No tocaban el

suelo. No tenían pies. Yo estaba muerto de miedo.»

«Medían 1,50 m., de piel pálida, y bajo su nariz había como una raja. No vi que tuviesen

cuello, parecía que su cabeza descansaba sobre el cuerpo. Es posible que tuvieran ojos,

pero yo no se los ví.»

«Se acercaron deslizándose hasta mí. Entonces uno de ellos lanzó un pequeño zumbido…

Debía de estarse comunicando con los otros dos. Luego dos de ellos se situaron flotando

detrás de mí y me levantaron del suelo por los brazos con sus manos que eran una especie

de pinzas.

Calvin se desmayó, y me llevaron flotando hasta aquella cosa, hasta meterme en ella.

Cuando llegué allí, es que ya me tenían, se habían apoderado de mí…»

«Allí no había asientos, ni sillas; sólo me movían de un lado a otro. Yo no podía resistirme,

me limitaba a flotar…sin sentir ninguna sensación, ni ningún dolor. Me mantuvieron un

rato en esa posición, y luego me pusieron boca abajo. Me pusieron un instrumento encima,

parecía un ojo enorme, estaba sujeto a algo, y se movía, y siguió todo mi cuerpo. Arriba y

abajo. Y después de esto me dejaron.»

«Intenté hablar con ellos, pero lo único que conseguía oír era un zumbido que salía de uno

de ellos. No me prestaban la menor atención, por más que les hablase o les mirase. Luego

nos soltaron, se oyó un zumbido y aquello se fue…»

«Recuerdo que este chico, Calvin, también estaba allí. Nunca he visto tal miedo reflejado

en la cara de un hombre, como el que ví en la cara de Calvin. Tardé un rato en hacerle

reaccionar y recuperar el juicio. Lo primero que le dije fue; «Oye, hijo, esto no lo va a

creer nadie. Será mejor que no lo contemos a nadie.» Pero a medida que le fui dando

vueltas al caso, más me pareció que debía comunicarlo a las autoridades.»

 

Primero Hickson llamó a la base aérea de Keesler, estos le aconsejaron que acudiera  primero a la oficina del Sheriff, y allí tuvo lugar el interrogatorio. Cuando finalizó, Hickson declaró al Sheriff y al Capitán que no quería publicidad sobre ese asunto y que no quería causar molestias a su familia. Luego, decidieron dejar solos a Hickson y a Parker, con un magnetófono oculto que grabaría una conversación privada entre ambos y que sin duda, demostraría la autenticidad de su relato.

Continuará…

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